Las mujeres empezaron a alzar la voz en la Universidad Austral, ubicada en Valdivia, y el movimiento se fue expandiendo cada vez más por el resto del país, llegando a incluir a las secundarias. Es considerado como una de las rebeliones feministas más grandes del país.
Por: Alejandra Escalante
Imagen : Frente Fotográfico.
El contexto que el mundo estaba viviendo hace dos años atrás estuvo marcado por los movimientos feministas, específicamente por el movimiento Ni una menos y el Me too (Yo también) un hashtag que se viralizo en redes sociales para poder contar experiencias de abuso sexual, el cual tuvo un gran impacto en las mujeres, esto sucedió a raíz de las acusaciones de que hubo contra el productor de cine Harvey Weinstein. Diversos acontecimientos que sucedieron en el país, como el caso de Nabila Riffo, que durante el 2016 fue víctima de violencia de parte de su expareja Mauricio Ortega y terminó ciega debido a él horrible crimen que se realizó contra ella, puso en palestra a la violencia intrafamiliar. Así es como este movimiento feminista estalló en abril, sumándose a las denuncias y acusaciones contra alumnos y profesores en varias universidades a lo largo del país.
Las primeras acusaciones en ser públicamente denunciadas se dieron en la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, donde se acusaron a dos docentes Fernando Ramírez, por abuso de poder y Leonardo León por acoso sexual. Estos casos salieron a la luz, tomando lugar en medios de comunicación y dando enfoque a los grupos feministas universitarios que empezaron a exigir medidas. Después tomó lugar la Universidad Austral quienes concretaron una toma por los casos de abuso y acoso sexual en el establecimiento, y por último la Facultad de Derecho de la Universidad de Chile quienes ejecutaron la misma acción que la universidad anteriormente mencionada, debido a las acusaciones de acoso sexual y laboral contra el profesor Carlos Carmona, profesor de la facultad y ex presidente del Tribunal Constitucional, quien había sido denunciado por la alumna de derecho que cursaba quinto año, Sofia Brito.
En la Universidad Austral, ubicada en Valdivia, ocurrió la primera toma feminista de la sede, quienes la llevaron a cabo un circulo de mujeres que fueron voceras de las victimas de violencia de género. Se tomaron la Facultad de Humanidades a modo de protesta por los numerosos casos de acoso y abuso sexual de parte de docentes y estudiantes, contra estudiantes y funcionaras de la universidad. Es así como las demás universidades se unieron a esta causa, por las mismas razones que sucedían dentro de su establecimiento educacional.
La casa central de la Universidad Católica de Chile fue tomada y las alumnas se unieron a una huelga de hambre, debido a que las estudiantes exigían que se redactara de nuevo el petitorio de la universidad, ya que se habían registrado casos de acoso y abuso sexual, como también exigían a la universidad una educación no sexista. A este momento eran 18 universidades que se habían unido a las manifestaciones y a las tomas de sus respectivos establecimientos, el movimiento se iba masificando cada vez más. Entre las universidades que se unieron al movimiento fueron: Universidad de Concepción, Universidad Tecnológica Metropolitana, Universidad Católica de Temuco y Valparaíso, Universidad Diego Portales, Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación.
Por otro lado, las secundarias también fueron parte de este movimiento. En mayo se dio a conocer a través de redes sociales una frase del polerón de cuartos medios en el Instituto Nacional, en esta prenda se podía leer “Quien fuera bisectriz pa’ partirte en dos y altura para pasar por tu ortocentro”. Esta frase indignó a las alumnas de los Liceos Carmela Carvajal, Javiera Carrera y Tajamar, quienes se reunieron frente al establecimiento para acusar a los alumnos de la normalización del machismo, piropos y la violación. De esta forma las secundarias pasaron a ser parte del movimiento.
El 23 de mayo el presidente Sebastián Piñera presenta la “Agenda Mujer”, en respuesta a la ola feminista que estaba ocurriendo en las universidades. Esta agenda se enfocaba en la igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres. Es así como se produjo una manifestación en contra la Agenda Mujer, durante la primera cuenta pública del presidente Sebastián Piñera, puesto que no se recogían todas las demandas por las que se estaban luchando en ese momento, como la educación no sexista.
Aun así, las historiadoras y sociólogas María José Cumplido, María Emilia Tijoux y Teresa Valdés, consideran que este movimiento se ha tratado como una de las rebeliones feministas más grandes del país. De esta forma, muchas personas relacionaron lo que estaba pasando con lo que había sucedido en Francia, apodado “el mayo francés” ocurrido el 1968 debido a las características que tuvo este movimiento feminista, como la relación de que los dos fueron movimientos masivos y caracterizados por ser liderado por universitarias.
¿Crees que el movimiento feminista en Chile aún ha mantenido su lucha? ¿Consideras que ha sido una de las más grandes olas feministas que ha ocurrido en nuestro país?

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