Por: Alejandra Escalante

La serie Merlí (2015) y la película Los escritores de la libertad (2007) nos muestran el impacto que los profesores tienen en sus alumnos para ayudarlos y apoyarlos en diversas situaciones de su vida, con el objetivo de generar un cambio positivo en ellos.

El reemplazante (2012) fue una serie chilena transmitida por Televisión Nacional de Chile (TVN) que nos muestra la vida de Charlie Valdivia, un exitoso ingeniero que trabaja como ejecutivo para una firma de inversiones extranjeras en Sanhattan y termina encarcelado por tres meses, debido a unos malos manejos en el sistema financiero de la empresa. Charlie al salir de la cárcel y en bancarrota, consigue un trabajo como profesor de matemáticas en un colegio particular subvencionado llamado “El Príncipe Carlos” en la comuna de San Miguel. Sin embargo, nuestro personaje principal va dándose cuenta de las realidades que viven sus alumnos, el colegio y el entorno social donde habitan. Se abordan diversos temas como el lucro hacia la educación, el narcotráfico en las poblaciones, pobreza, embarazo juvenil, familias divididas, etc.

La serie muestra las historias que viven estos desinteresados alumnos en aprender y cómo el profesor va de a poco involucrándose en sus vidas. Al llegar, Charlie se da cuenta que su curso no está interesado en aprender y lo golpea una dura realidad. El entorno social que viven los alumnos es complicado, el narcotraficante de la población, Claudio, quien es interpretado por Gastón Salgado, invita a los jóvenes a ser parte de su negocio y diversos estudiantes de “El Príncipe Carlos” establecen una relación con él, uno de los más involucrados es Maicol (Sebastián Ayala), que le trabaja a Claudio para sustentar a su hermana menor, ya que su padre no está presente, su madre trabaja todo el día y viven una difícil situación económica.

Definitivamente, lo que me gusta más de esta serie es cómo el profesor va conociendo y envolviéndose en sus vidas cada vez con más frecuencia, trata de luchar para que sus alumnos logren una Prueba de Selección Universitaria (PSU) digna, puesto que la mayoría de sus estudiantes no tiene interés en el colegio porque tienen pocas oportunidades para llegar a la universidad, como por temas monetarios, mala educación y por su entorno social complicado. A raíz de esto se va dando cuenta de que los profesores prefieren regalarles cuarto medio para que no terminen en la calle, porque la motivación de los alumnos en el colegio es nula. Incluso en varias escenas de la película podemos ver como Charlie se ve involucrado en distintas situaciones fuera de su horario laboral para poder ayudar a sus alumnos, aquí es donde nos podemos plantear ¿Existirá un límite entre el colegio y la vida personal de los personajes?

La serie en general abarca muy bien la realidad que viven los personajes, podemos ver desde donde se originan estos problemas que mantiene a los alumnos tan desmotivados y desinteresados por conseguir un futuro profesional. Varios de ellos los vemos ser tentados por muchos negocios ilegales en el exterior, y la calidad actoral de varios actores que interpretan a los alumnos, tanto sea la forma de hablar, vestirse, donde viven, etc. Nos muestra el estudio e interés de la producción de la serie para tratar de exponer esta realidad que está lejos de la ficción, porque no es sólo escribir una historia y actuarla, si no es poner todo detalle que nos haga familiarizarnos con la realidad de los personajes. La falta de oportunidades que podemos ver en la serie es una de ellas y es claro ver la lucha constante que hay entre el bien y el mal, tantos sean como de los alumnos y el profesor.

Sin embargo, es increíble ver como “El Reemplazante” nos transmite la importancia de recibir buena educación, la mejor parte es cuando los alumnos de «El Príncipe Carlos» se unen a las protestas de la movilización estudiantil que hubo en el 2011, ya que de alguna forma nos hace ver el origen de estos movimientos, debido a que la mayoría de las denuncias que se dieron a conocer de parte de los secundarios y universitarios chilenos fueron denuncias que estaban relacionadas con lo que exigían los alumnos de la serie, y lo que les hacía falta obviamente, como: educación gratuita y de calidad, sin fines de lucro, mallas curriculares estandarizada e igual para todos los colegios estatales del país, etc. La condición y el entorno social de los personajes es un punto clave, porque es esto los que nos resuelve muchas dudas de sus acciones y que es lo que los mantiene bloqueados para seguir con sus estudios.

Otro rasgo muy destacable es la canción en la introducción “Mi verdad” por Anita Tijoux, que calza como anillo al dedo con la historia de la serie, donde nos habla de sentirse pisoteado por la sociedad y hacerse fuerte por la realidad que uno está viviendo. Efectivamente, es totalmente increíble los detalles que tiene la serie, desde pequeños, como la letra de la canción principal, escenografía, hasta cómo se desenvuelve la historia.

Para concluir, “El Reemplazante” definitivamente es una serie que yo recomendaría a muchas personas que les gustaría conocer un poco de la realidad que se vive algunas poblaciones vulnerables del país y como está ligado al pésimo sistema que es la educación privatizada y lucrativa, donde los sostenedores del colegio claramente no les interesa la educación, si no sacar dinero de ella. Definitivamente, considero que es una de las mejores series que ha tenido la televisión chilena (que por cierto son muy pocas).

Si quieres ver “El Reemplazante” puedes encontrar sus dos temporadas disponibles en Netflix.