Por Catalina Hernández
Hoy en día el caso de Antonia Barra ha sido muy controversial a lo largo del país, la mayoría de los chilenos ha estado hablando de ello y esparciendo información. Pero hoy me quiero detener a hablar de como era Antonia Barra.
La joven tenía 20 años, estudiaba Ingeniería Comercial y estaba cursando su segundo año. En ambos conformó el cuadro de honor de su carrera por su excelente rendimiento.
Ella era una chica muy alegre, entusiasta y responsable. Le gustaba vestirse bien, además de cuidar su cuerpo con alimentación sana acompañándola de ejercicios. Algunos de sus pasatiempos favoritos era maquillarse, la ropa y sus amigas.
Le gustaban las series como La Reina del Flow, Gossip Girl, Grey’s Anatomy, Vis a Vis, La Casa de Papel y Anne with an E. El tipo de música que escuchaba era Pop, Electrónica, Rock y Dance. Su lugar favorito era su habitación.
Antonia estaba de cumpleaños el 03 de diciembre, su signo era Sagitario. Solía ser introvertida en lo social cuando no conocía, pero entre sus más cercanos (familia y amigos) era bastante sociable.
Tenía una muy buena relación con su familia, se llevaba sin problemas con sus hermanas, y tenía una relación estrecha desde siempre con su padre.
Conversamos con uno de los familiares de Antonia sobre todo lo que sucedió luego de su partida.
¿Cómo creen ustedes que se hubiese sentido Antonia con mucha gente apoyándola?
Como deben sentirse todas las mujeres que se atreven a denunciar, unas heroínas, por ir a la cabeza a erradicar los abusos y violaciones contra sus pares.
Quise dar a conocer un poco más de Antonia para hacer notar que ella era como todas, le gustaba casi lo mismo que a muchas de nosotras. Anto era como tu, como tu hermana, como tu mamá, como tu tía, como tu prima, como tu abuela, como tu amiga, incluso era como yo. Lo que le pasó a ella, pudo haberle pasado a cualquiera de nosotras y no es normal, porque nadie tiene el derecho de tocar tu cuerpo sin tu autorización.
También podemos notar que no fue la ropa con la que vestía, ni la hora que era, ni el alcohol que consumió.
Ella no tuvo la culpa, ella no lo provocó, ella no se lo buscó, ella no lo pidió.
Pero hoy debemos ser fuertes por Antonia, y por todas las víctimas que han sufrido de acoso y abuso sexual. Siempre hacerles saber que no están solas.
Hoy somos el grito de Antonia, de Ámbar, y de todas aquellas que les apagaron su luz, no debemos bajar los brazos hasta que se haga justicia.
Imagen:@taliasilvav @ahoranosotrasrd
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