Por: Deborah Zurita

Papas Fritas es artista visual, intervencionista de la vía pública y activista chileno, que desde pequeño habita en la zona de San miguel.  Como artista sus obras tienen un sentido político radical, y como bien se menciona en su biografía, están al servicio de la crítica al orden social establecido. En la entrevista se menciona sobre la micropolítica en el arte, a lo que él alude:

dejar los dogmas morales y adquirir una flexibilidad modificante a nuestras propias verdades absolutas, el fascismo interno, el policía interno, pero también nuestra fe en las instituciones más que en movimientos sociales empáticos que logran generar redes de entendimiento y cambios colectivos fuera de la jerarquía.”

Desde niño fue llamado Papas Fritas tanto en su ámbito social como familiar, lo que termino siendo parte de su firma de artista.  Sus creaciones van desde la pintura donde refleja personajes cercanos al folclore, el misticismo e incluso la ironía, a intervenciones urbanas, como la quema de las deudas de la Universidad Viña del Mar o su último proyecto de arte operación Amortanasia, donde ha ayudado a ocho personas a abandonar la vida por medio del suicidio asistido. Él lo denomina arte operacional donde es muy crítico con el sistema tanto político como judicial. En la siguiente entrevista nos da su opinión y experiencia durante la revuelta y la pandemia, reflejando parte de su sensibilidad ante las injusticias que puede haber en Chile y la rabia que puede provocar, proponiendo un enfoque de organización colectiva y creadora.

  • ¿Nos podrías contar tu experiencia al inicio de la revuelta social?

La verdad que traté de ser lo más contemplativo posible. En un principio ayudé a filtrar información porque había mucha fakenews de los usuarios o personas que se confundían con datos o noticias, y traté de entregar información a algunos medios. Ahora estamos un poquito más organizados y las comunidades han visto que se pueden levantar canales propios de contenido y difusión. Las redes sociales se están usando de forma más masiva como un modo político, aparte de otras formas naturalmente, pero el estallido generó una prolongación del cuerpo político en internet.

 Me tocó también dialogar con diversas organizaciones que no sabían cómo pararse frente a esto y generar contenido sin ser solo una rabia de delirios sin estados de deseos, sino que una rabia que crea formas, así como la lluvia, con su fuerza, puede generar zuecos en planicies y canalizar las aguas… y así mismo se generan nuevas vegetaciones a la postre con esos flujos. Creo que los primeros meses había que ser una colectividad y no aprovechar el estallido para posicionarse como singularidad, por eso quizás se me vio como artista de un modo más silencioso y por detrás colectivizando ideas.

Francisco Papas Fritas hace un tiempo atrás a través del medio BioBio Chile compartió consejos en la cuarentena, pues él mismo convive con el encierro hace muchos años. Hoy en día recalca la importancia de fortalecer la salud mental pública, tema que se ha visibilizado en pandemia, considerando que estamos en un país que las tazas de suicido aumentan (año 2019 Chile pasó del lugar 17 al 13 de taza de suicidios países miembros de la OCDE), además de haber sondeo de aumento de estrés y depresión.

  • ¿Qué te causa tener una experiencia de encierro y que ahora muchos deban vivir eso?

Pena infinita porque las demás personas tengan que vivir esto. Me tocó en un comienzo asistir a personas que no toleraban el encierro… y hoy ayudándolos a salir. Muchas personas están teniendo crisis al salir de casa. Vivir en una ciudad genera que las sensaciones de miedo se amplifiquen con el estímulo de los movimientos de la gente, los autos, luces y una amplitud visual como de aromas y sonidos que en el encierro no se encuentran. Por ende, genera mucha sensibilidad emocional, la que puede terminar en cuadros depresivos, de angustia, ansiedad, compulsivos, etc. Por eso hoy es necesario generar presión para que se cree un proyecto de ley que fortalezca la salud mental pública. El problema es post pandemia. Hoy las redes de solidaridad han funcionado y las medidas populistas de emergencia -desde los bonos al 10%- logran paliar la precariedad, pero el problema estará cuando la gente esté en la máquina nuevamente y los medios invisibilicen el verdadero rostro de la cesantía y de los estados mentales, algo muy complejo de medir. Por otro lado, me he sentido muy comprendido tras tantos años de sentirme aislado. Ha sido lindo que las amistades admiren cómo se puede hacer cosas a pesar del encierro y mantenerse medianamente bien psicológicamente o, más bien, avanzando en sanar y manejar una serie de emocionalidades que producen los años de encierro, porque se provoca ansiedad e inseguridad, mientras se trata de generar una conexión social por medio de una virtualidad.

Por otro lado, el artista visual ha encontrado comprensión en su vivencia de aislamiento. Asimismo, este año varios sistemas se han modernizado, por ejemplo, la burocracia puede ser resuelta a través de línea telefónica e internet, se puede atender horas médicas a través de video llamada, hay más posibilidades de tomar cursos en línea (fenómeno que era más común en países extranjeros y que las universidades chilenas también venían integrando, incluso con plataformas gratuitas como la Universidad Abierta).

También hoy puedo acceder a cosas que se me negaban, como trámites virtuales o ir al médico de forma remota, también participar de algunos cumpleaños o acceder a ciertos alimentos que antes tenía que pedirle a alguien que me los comprara. He aprovechado también de tomar algunos cursos y cosas que en años no pude hacer porque todo era presencial. Un día le dije a una amiga que es como ser ciego, despertar y que todo esté en braille, pero no sé cuánto durará para mí esto. Luego la gente se olvidará nuevamente de mí, y está bien, cada quien tiene sus propios dolores y problemáticas y no pido que se hagan cargo de mí. Por eso he podido mantener lindas amistades y, sobre todo, con personas que no me cuestionan, juzgan o presionan mi proceso, que tiene logros y caídas, para manejar con amor mi aversión.

Nuestro entrevistado, también se encuentro inmerso en el proyecto Amortanasia, una palabra inventada que viene a reemplazar la frivolidad de eutanasia, en búsqueda de una muerte acompañada y una muerte digna. Desafiando la moralidad impuesta en torno al deceso y el abandono del Estado en temas de salud y previsión social.

  • Sobre tu trabajo en Amortanasia se menciona lo biopolítico, ¿por qué hay una contradicción entre Amortanasia y el sistema-ideología neoliberal? ¿Ha habido un canal político o actor político que haya apoyado a Amortanasia?

No se puede apoyar institucionalmente “Amortanasia” porque es algo que ha conllevado actos fuera de lo legal, pero sería bello que algunos institucionales negaran la propia institucionalidad en pro de algo altruista. Espero que pronto exista gente que quiera convertirla en ONG y pueda presionar en los trámites que quedaron pendientes en el congreso, mas no creo que esto deba tener una ley, aunque es imposible mantenerlo económicamente desde la autogestión. Un procedimiento puede fluctuar entre los 2 mil y 3 mil dólares, y hoy con el COVID es imposible atender las demandas, ya que los médicos chilenos no están dispuestos a perder su empleo por ayudar a pacientes que solicitan una muerte digna, por lo mismo, este proceso lo hacíamos con médicos proveniente de otros países. En el último año son cientos de solicitudes y me atrevo a decir que un 75% califica.

Lo biopolítico tiene que ver más que con lo económico, con una forma moral de controlar la vida, así como también en sostener una vida productiva más amplia, y eso pasa por cánones occidentales posmodernos de no aceptar la muerte como parte de la vida. Queremos vivir más, hay un apego tremendo a nuestra existencia y legado, lo que es parte también de un exacerbado antropocentrismo mesiánico de sentirnos imprescindibles. No cultivamos el desapego y el entendimiento del yo en una multiplicidad con un todo no humano, sino que, relacionado con animales, plantas, agua, etc. Por lo mismo, estamos en condiciones de explotación tremenda y el futuro está en esos estados deseantes de la vida eterna, por ello la carrera hoy la llevan los gigantes de Silicon Valley para lograr neuromejoras y también la posibilidad de mejoras que cruzan lo biológico con la nanotecnología. La robótica en el cuerpo humano, lo ciborg, podemos verlo hoy, pero en 20 a 30 años el avance y el deseo de consumirlo será tan imprescindible para todos como tener internet. En cuanto al negocio de la vida, claro que es rentable, pero también la muerte lo es, y creo que con el COVID  19   hemos visto también la rentabilidad de ello en un mundo con una cantidad de población nunca antes vista.

  • ¿A qué te refieres a que el arte es un acto de micropolítica y cómo eso trasciende a cambios significativos en la sociedad?

La micropolítica en forma muy reduccionista y tiene que ver con dejar los dogmas morales y adquirir una flexibilidad modificante a nuestras propias verdades absolutas, el fascismo interno, el policía interno, pero también nuestra fe en las instituciones más que en movimientos sociales empáticos que logran generar redes de entendimiento y cambios colectivos fuera de la jerarquía. El acto micro está en cómo me modifico, entiendo que soy un momento en el tiempo y que traspaso siempre un nuevo devenir. Por ejemplo, hoy pensamos en candidatas y candidatos presidenciales y en una nueva constitución, pero no en cómo nos relacionamos y qué hacemos para aportar entre la comunidad. Los cambios desde el estallido apuntan, en su mayoría, a una mejora monetaria o bienestar a partir de la economía, a excepción del movimiento feminista que es abolicionista de una estructura de poder que no tiene una cabeza, sino que es cultural, política y social. Lo interesante de la política no está en lo institucional, sino en cómo puedo soltar un sistema que nos permita crear más que resistir y estar siempre reaccionando a las medidas del poder. Por ello el arte debe estar siempre creando posibilidades en el imaginario social y, desde ahí, desarrollar colectivamente nuevos mecanismos de subjetividad, de sueños, de posibilidades, quizás un simple detenerse a decir “¿por qué no?”.

  • ¿Crees que es importante trabajar en los territorios? Por ejemplo, tú vives en San Miguel, ¿qué significa eso para ti y para tus creaciones?

Yo vivo a una cuadra de la cárcel de San Miguel. Para mí es parte de mi cuerpo la cárcel y   entro y salgo de la activación abolicionista de la cárcel, cómo sentarse hoy y dejar de ser punitivo. Estamos en redes sociales, en las que todo el mundo se acusa de todo con una hipermoralidad punitiva, pero siento que ese espacio deberá madurar en un joven reencuentro con entenderse político o política como sujeto de acción. Espero que en ese camino no entreguemos más normativas punitivas a la justicia que serán usadas contra el paria, quienes siempre están al margen del margen.

 Me parecería mejor abrir la posibilidad de transformaciones y diálogos en las problemáticas. Yo he vivido toda mi vida acá y espero no moverme de acá, y si bien no he trabajado en el territorio tan específicamente puede ser que en algún momento lo haga. Sí o sí San Miguel me genera un imaginario muy diverso: desde mi casa puedo ver la pirotecnia y tengo año nuevo todo el año. Mi trabajo  hasta ahora ha tomado asuntos que no pertenecen a un solo  territorio y por ahora me siento bien con eso, aunque creo  también que mi corazón se está abriendo a territorios en otros continentes,  con los cuales he forjado  relaciones que se conectan con las demandas de cosmovisión y lucha de las comunidades del pueblo mapuche y la ocupación chilena de  su territorio, de la que estoy  humildemente escuchando el conocimiento, y con responsabilidad abrazo la posibilidad que me ha dado una  comunidad de ser un wenüy.

“Wenüy” se puede traducir a nuestro español como amigo. Wenüy Papas Fritas nos recuerda como empezaron las movilizaciones, lo que hace rememorar el grito “no estamos en guerra, estamos unidos.” Incluso Puente Alto Despertó, que gracias a un trabajo colaborativo puede informar y colaborar a diferentes redes. Esta es la primera parte de la entrevista con el artista visual Papas Fritas. En el siguiente link puedes observar y leer sobre sus obras à http://www.franciscopapasfritas.com/es/