por Deborah Zurita
En esta segunda parte de la entrevista de Puente Alto Despertó con el artista Visual Papas Fritas, nos preguntamos un poco sobre la relación del arte y la sociedad, recordando que el arte, aunque siempre presente en nuestra sociedad, es desmerecida en un entorno neoliberal. Asimismo, en la entrevista recordar que significa el capital de las redes sociales, por qué hay tanta polarización y siempre con un ánimo de auto cuestionarse uno mismo y el entorno que formamos todos.
- ¿Qué significa descapitalizar el arte? ¿Cómo se encuentra descapitalizar en tus trabajos?
Bienes y deudas, derechos y obligaciones. Esta última es bastante graciosa, porque el derecho siempre tiene una ley que dicta los límites, por ende, existen dentro de ellas las obligaciones. Descapitalizar también tiene que ver con entenderse fuera de estas ideas de derecho y obligación, de lo moralmente legal y lo que mi capacidad de gobernarme necesita de una reglamentación para poner límites.
La mayoría podemos entender lo que una sociedad construye como bien y mal, pero en sociedades neoliberales no somos muy capaces de entender que no es dicotómico el bien y el mal y que tiene una gama colorida donde se cruzan y que no podemos ser categóricos en implantar moralinas de cómo hacer o no hacer.
¿Podemos sacar archivos Valech con un secreto vergonzoso de 50 años para generar impunidad?, ¿por qué sería inmoral o ilegal? ¿Cuál es el derecho y obligación de reprimir información valiosa para entender un mecanismo de violencia autoritaria y estructural? ¿Podemos generar las condiciones para que las personas puedan tener una muerte digna, personas que tienen enfermedades degenerativas, terminales o que producen un enorme sufrimiento? ¿Cuál es el derecho y obligación de poder controlar la libertad de quienes desean terminar con su vida y dejar un recuerdo de sí mismos a sus seres amados con un final construido desde el amor? ¿Podemos quemar deudas de empresas que lucraron con el sueño educativo de jóvenes? ¿Cuál es el derecho y obligación de lucrar con el conocimiento y generar deuda por años por adquirir herramientas que no siempre significan rentabilidad monetaria?
Creo que sí se puede hacer todo esto y más, es más, creo que lo hicimos en una medida micro. Entonces entendemos que la obligación y el derecho solo son funcionales a la propiedad privada de los bienes y a la deuda que sustenta los bienes de pocos, sin estos dos componentes, ¿de qué se trataría el derecho y la obligación? Quizás tiene un poco de compartir y creo que el arte puede hacerlo cuando dejamos de pensar en los logros personales como artistas y pensar en los bienes subjetivos y objetivos que puede generar una obra con capacidad de crear reflexiones para el devenir creativo de la otredad, no un público, sino que un cuerpo que modifica en su propio pensar lo que viene después de ese primer momento de la obra.
En el compartir que menciona Papas Fritas, recuerda la relación entre la obra y el público. En ese sentido el publico no es un mero receptor, las espectadoras pueden sentir, interpretar desde su propio bagaje cultural y experiencias personales, definiendo diálogos en entornos tan comunes como la calle.
Esto como creación de líneas múltiples para replantear el presente, el así soy, esto es lo que pienso y no cambiará, esto es bueno, esto es malo, esto es mío, esto es de ustedes, mientras esto sea mío y lo mío esté bien, no necesito de otro, ni menos pensar en un universo, pero cuando entendemos que somos parte de un todo podemos descapitalizar todo aquello que coarta el capital a medida que insistimos con el progresismo, y no con el devenir incesante de la modificación de un todo y lejos del yo.
Quiera citar lo que dice Jorge Diaz Biólogo, escritor y activista de la Disidencia Sexual (CUDS) sobre Francisco Papas Fritas, “está siempre atento a las máquinas estéticas y a las múltiples tecnologías del conformismo que nos dominan en un país de familias consumidas por el neoliberalismo y la competencia.”
Hoy el capital son los datos, las redes sociales, Tik Tok, Instagram, Facebook, etc. En tiempos de pandemia esa conectividad aumenta, las máquinas con inteligencia artificial del big data perfilan nuestra conducta para poder usarlas en lo que pareciera que fueran voluntades propias y alzar gritos sobre mi libertad, mi cuerpo, mi vida, mis cosas, y todos que puedo expresar con un ideario de fe con el timbre de libertad, pero lejos de ser libres de un capitalismo insaciable y que se amolda a toda demanda de mayorías y minorías. Descapitalizar es el desapego constante tanto de mis propios límites, como de los límites de una estructura que sujetamos de manera obediente como súbditos que no paramos ante el constante ruido que produce el capitalismo en nuestras mentes, que no nos permite ver más que la realidad llena de estímulos externos. Parar y silenciar la mente es una depuración descapitalizadora, la meditación lo logra y a veces las artes, que por medio del estímulo permiten detener el tiempo en un punto, que en este caso no es el punto de la respiración propia, sino un aliento que podría empañar toda esa velocidad de información en la mente y permitirnos sentir.
En un video performance de un cuerpo violentado se te tatuó un testimonio Valech sobre la espalda. Así como se realizaron los informes Rettig (1990) y Valech (2004) sobre los atropellos a los DDHH de la dictadura, ¿piensas que sería bueno que en el futuro desde el Estado exista una iniciativa similar con los casos que se han dado en esta coyuntura? Siendo que hoy no hay reconocimiento desde el gobierno.
Tendríamos que pensar si consideramos víctimas a personas que luchamos y asumimos los riesgos de la asimetría de un sistema, pero yo no soy nadie para decir si lo somos o no. Claramente debe existir una reparación a quienes fueron mutilados o sufrido vejámenes por parte de la fuerza completa de un gobierno contra una sociedad desarmada que defendió su necesidad de expresar su rabia acumulada y reafirmarse como un ser viviente y no un esclavo, y desde ahí volver a construirse. Quemar romper, no nace de nada, el fuego reúne, el fuego genera alimento, abrigo y la posibilidad de ver en la oscuridad, el fuego es vida, el fuego también puede destruir un imaginario de paisaje y, por ende, cuando el fuego se calma de su voracidad podemos volver a sembrar nuevos paisajes o edificaciones, pero mantenemos un fuego para alimentarnos mientras reconstruimos lo que sentimos que nos identifica y merecemos, como mayorías y minorías. Y por eso es de sobremanera importante entender que tenemos ese derecho y mientras exista institucionalidad, deberíamos luchar por ello y contra toda agenda represiva. Y dejar los cantos de quienes controlan desde la institución y la prensa la estigmatización de delincuentes, encapuchados, descolgados, lumpen y etc.
Cuando murió George Floyd, existieron quemas en toda Minneapolis, pero también quienes desataron su rabia reunieron fondos para reconstruir los locales que no tenían seguro. La propia comunidad entendió que es responsable del bienestar de quienes comparten a diario y no merecen el fustigo social.
- En tu biografía apuntas sobre el cuestionarse el orden social establecido y un llamado a la desobediencia civil. En ese sentido, ¿qué ámbitos sobre desobediencia civil faltan cruzar, y que podría ser factible en la sociedad?
Negarnos en conjunto a pagar deudas como el CAE y si les cae el ordenamiento judicial, negarse a pagar todas las deudas habitacionales. Y si nos quieren castigar, dejar de pagar luz, agua, tag, transporte e internet. Por qué dejamos que caigan presos los manifestantes, por qué no llenamos la camioneta y nos subimos hasta no dejar espacio, o las micros. Pero a veces basta con dejar de obedecer las noticias de los medios de masas, a veces reclamamos que el gobierno quiere el plan paso a paso para que no exista plebiscito, pero por qué obedecer, por qué no auto limitar las salidas, por qué debo celebrar las fiestas patrias, por qué creo en una patria, por qué no desobedezco toda esa simbología patriota y nacionalista.
- ¿Has sentido una recepción diferente en torno a tu trabajo luego del despertar de Chile?
Quizás debería hacer una encuesta jajaja, pero no creo, no hice obras para el estallido, ni canciones, ni quise apropiarme o ponerme como caudillo o artista con opinión para demostrar qué tan consciente soy o qué tan “revolucionario y comprometido” estoy con la causa y demandas. Creo que nos atrapa el ego que quiere autosatisfacerse por medio de la aprobación pública. Es bueno no querer estar a la vanguardia y actuar como si tuviéramos un fusil, y podrían decirme “claro, el arte es un arma”, pero yo diría que no hay que ser “gatillo fácil”,
En lo personal, el estallido me ha permitido una gran reflexión sobre qué soy como “persona” y qué me gustaría ser como especie humana, entendiéndose un universo donde soy muy muy pequeño, y alejarme de la verdad y mito que se construye y autoconstruye del “artista político”
Hay trabajos del artista Papas Fritas que son expuestos en las calles, incluso hay grupos que creen que desgarrando estas imágenes harán desaparecer la obra y la memoria colectiva que hay detrás. Pero ya son parte de la discusión privada y pública, como es su ultimo trabajo que en forma de gigantografías publicitarias se visualiza el suicidio de carabineros, en ese sentido el discurso está instalado sobre la necesidad de refundar y re pensar las fuerzas de orden público.

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