Rafael Harvey y su relación con la milicia

por Deborah Zurita

23 de junio se aprobó en la cámara Ley Capitán Harvey para que en Chile no se proteja al corrupto

La corrupción en Chile escala diferentes instituciones y en parte, se debe a que las herramientas para supervisar no se ocupan, y además los denunciantes corren los riesgos más altos. Un claro ejemplo es el caso del capitán Rafael Harvey, quien se ha vuelto un símbolo en un intento de cambios difíciles y profundos dentro del ejército- “Hay una figura muy mal entendida, de que el denunciante de corrupción está de alguna de las dos veredas.  Y si hay algo que tuviera que ser transversal es el apoyo y la protección al denunciante. De partida no debería haber corrupción. Esa es la premisa.”-

El ex ministro Alberto Espina quien fue Ministro de Defensa desde marzo del 2018 hasta julio 2020, y hasta ese momento era el superior más alto administrativo del ejército, que solo lo superaba el presidente. Alberto Espina tenía las facultades de fiscalizar las actividades del sector defensa y velar por su eficiente administración.  Espina dejó el cargo con un total de 32 solicitudes rechazadas sobre denuncias de corrupción echas por Rafael Harvey, y por ello Harvey asegura que todavía estamos en una posición de testigos ante la corrupción.

“Debería haber una sola voz en cuanto a la derecha, a la izquierda y el centro. Imagínese que recién se está discutiendo si vamos a tener protección al denunciante de corrupción. Hemos sido testigos de los mayores fraudes, sobre todo el que tiene el ejército, el Milicogate, el segundo mayor fraude de la historia de Chile, el primero en manos de carabineros.”

Dentro de la agenda política del presidente Sebastián Piñera prometió el principio del fin de la corrupción. Hasta el momento el discurso y el actuar del gobierno es lento ante la impunidad de las FFAA y Fuerzas del orden y seguridad, un gobierno que no ha asumido la violencia de la operación huracán, no ha asumido las mutilaciones y muertes de la revuelta social, y que no hace mayor alcance sobre los casos de corrupción de las instituciones mencionadas.  El capitán Harvey también nos comenta sobre el porqué el gobierno suele mantener silencio ante los casos de corrupción dentro del ejército.

“Es inexplicable que distintas autoridades, sobre todo este gobierno aún sienta temor de las Fuerzas Armadas. Eso es inexcusable. Al ministro Espina, dentro de las treinta y dos solicitudes de audiencia, había cosas expresamente claras. Yo le decía, tengo que entregar información de los hechos de corrupción que incurren en fraude a generales en servicio activo.
Y en ese tenor, no acepta la audiencia. O sea, el ministro Espina no le interesaba saber qué hacían sus generales, no le interesaba la corrupción, no le interesaba.”

Mario Desbordes ha marcado cierta diferencia dentro de la derecha política, y me atrevo a comentar, marca cierta diferencia dentro de una política chilena que es bastante conservadora en todos sus colores políticos. Sobre la audiencia con Mario Desbordes, el capitán nos menciona sus planteamientos.

“La figura que yo voy a plantear al ministro Desbordes es el abandono de deberes del ministro Espina y el incumplimiento de tratados internacionales que dicen que no se puede ejercer represalias contra un denunciante de corrupción. Dentro de esas represalias prohibidas está el desvincular y es lo que hizo el ministro Espina estando vigentes y pendientes denuncias de hechos graves de corrupción.”

El gobierno de Chile pacta tratados internacionales que fueron ratificados el año 2001 y 2003, como bien explica Rafael Harvey.

“Entonces lo que tiene que hacer acá el ministro Desbordes y yo se lo voy a pedir, yo voy a documentar y explicar y explicar qué es lo que está vigente. Cuáles son el tenor de las denuncias. Y en virtud de eso, cumpla con la normativa tanto internacional que está suscrita o por el Estado de Chile. Son dos convenciones la Convención Interamericana contra la Corrupción y la Convención de Naciones Unidas Anticorrupción. O sea, tienen el mayor rango legal al ser una normativa internacional. Más que pedirle un favor, yo no le pido favor a nadie, yo lo voy a ver que cumpla con la legislación internacional suscrita por el Estado de Chile.”

El capitán juro el año 2017 como abogado, es decir, era el único oficial de grado que además de ser de línea militar era abogado.  Luego el mismo año 2017 hizo un diplomado en Derechos Humanos de la Universidad de Chile.

“Era como una especie extraña dentro de todos los que estaban en el diplomado, porque en la Universidad de Chile había sociólogos y ese estilo de carreras, carreras muy poco cercanas o vinculadas a la Fuerza Armada. Pero fue una buena experiencia. Muy bien, muy bonita experiencia. Pues terminamos, por suerte, muy, muy amigos todos y sin ningún problema.

En diferentes entrevistas, el capitán ha mencionado su interés para que dentro del ejército chileno se haga valer los Derechos Humanos, tanto adentro de la institución como afuera. Además de reconocer la memoria chilena dentro de las esferas castrenses.

“Yo en el año, desde el 6 de junio del 2018 hasta el 31 de marzo del 2020, presenté diecinueve propuestas escritas y con timbra y recibidas por la autoridad para la creación de una Oficina de Derechos Humanos del Ejército. Ahora, por supuesto que eso no mantiene ninguna cabida, a lo menos por ahora ni en el futuro cercano en el Ejército. Ninguna. Ahora el objeto o el objetivo debe tener una oficina de derechos humanos. Eran varias cosas, pero entre esas lograr una cercanía con la ciudadanía.

Dentro de las ideas propuestas en la entrevista es empezar a velar por una relación más afable con la ciudadanía, y Harvey propuso un día de unión nacional.

“¿Aquí por qué no? ¿Por qué no pensar? Insisto en hacer un día de unidad nacional, por ejemplo, el 10 de diciembre de cada año, que es la misma fecha de la conmemoración de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y hacer una conmemoración quizás conjunta entre los caídos en el atentado de Pinochet y agrupaciones de detenidos desaparecidos y de ejecutados políticos. Hacer una ceremonia sobria, pero que sea de intento de unidad. Pero eso no existe. Tampoco existe la voluntad.”

“Todavía tengo gente que me apoya, pero no pueden hacerlo de manera abierta. Mucho me escriben por mensaje interno o con otras identidades o me piden juntarnos en persona. Pero con el legítimo temor de que si lo exteriorizan o alguien sabe que siempre me han apoyado en algo, o quizá han conversado conmigo, lo van a liquidar. Así que, ahí se acuña también una frase que yo vengo sosteniendo hace años que en el Ejército la corrupción esta institucionalizada y existe una defensa corporativa de la misma. No puede ser que hasta el día de hoy tengamos militares que están procesados por fraude al fisco, que estuvieron en prisión preventiva, por fraude al fisco y estan activos.”

Como bien menciona Harvey, en Chile la corrupción de las instituciones e incluso los fraudes al fisco son comunes desde el periodo de democracia.

“Esta la lealtad mal entendida de que todo se tiene que encubrir, que todo está bien, incluso hay mucho, muchos militares oficiales más que nada, que piensan que el que el sinvergüenza del delincuente del general Oviedo, el ex comandante en jefe. Que es un ladrón de siete suelas, piensan que estuvo bien lo que hizo y lo justifican, incluso piensen que está mal lo que hace la ministra Rudy Rutherford. Entonces no hablando de un de un porcentaje menor, sino que la mayoría. La mayoría, y eso sí que es preocupante, porque realmente una mentalidad obtusa y realmente fuera de dimensiones.”

Hasta el momento se suman tres grandes casos en el ejército de Chile, el Milicogate, irregularidades desde la tesorería del Estado Mayor General del Ejército, y el procesado Juan Miguel Fuente-Alba un comandante con un patrimonio inexplicable. En medio de movimientos políticos que exigen un Chile más justo.