Por: @emilioelmago

Más de cien mil personas vieron en su estreno en línea esta película el sábado 12 de septiembre del 2020, algo nunca antes visto en Chile, un poco dado por la pandemia y otro tanto por el potente «Trailer» que lanzaron para generar expectativa.

“Vendimos 50 mil entradas, así que por estadística superamos los 100 mil espectadores en su primera exhibición por streaming, ya que con un ticket en promedio la vieron tres personas”, señala Alfredo Troncoso, productor del evento de pre-estreno de “Tengo Miedo Torero”.

«Tengo Miedo Torero» se susurra al oído, con luz tenue y buscando el secreto cómo fue estar, luchar, amar y vivir en una época marcada por los secretos y los comidillos de vecindad.

Esta obra inspirada en el libro de Pedro Lemebel,  está llena de momentos icónicos, de lucha y fuerza, esta definitivamente a  la altura del libro, entendiendo que son dos lenguajes diferentes y no comparables, la película saca lustre tanto a las actuaciones, la  estética ochentera como a la historia de amor que cruza tanto al  texto cómo ahora a esta obra del séptimo arte.

Con una tremenda dirección de fotografía recordamos un color  impregnado de momentos antiguos,  todo es bien  finito entres luces y colores no terminados.  «Tengo Miedo Torero» nos lleva a un viaje largo a los amores añejos con resabios de juventud, esos que se esconden bajo la alfombra,  hoy,  en este Chile de septiembre siempre nos trae a recordar tanto el amor con el odio que se arrastra desde la dictadura y como este cruza a las nuevas generaciones, es acá  que recordamos junto a los  bailes de cabaret y los bordados de mantel como un puñado de buscadores de libertad soñó hace tantos años con otro Chile, no acertaron, no triunfaron, pero que nos recuerda como todas las historias se cruzan y seguimos viviendo atadas a ellas.

“Tengo Miedo Torero” es una coproducción chileno-argentino-mexicana, dirigida por Rodrigo Sepúlveda y protagonizada por Alfredo Castro junto con el mexicano Leonardo Ortizgris (Museo, Güeros) y la argentina Julieta Zylberberg (Relatos Salvajes, La Mirada Invisible), mientras que la banda sonora estuvo a cargo del gran músico argentino Pedro Aznar.

Vea la película y además lea el libro, completamente recomendado. 

Imagenes: Sebastián Utreras